¿Qué es la apnea del sueño?
Hay dos tipos principales:
- Apnea obstructiva del sueño (AOS): Es más común en los niños. Esto ocurre cuando algo bloquea las vías respiratorias, a menudo amígdalas o adenoides agrandadas.
- Apnea central del sueño: Menos común. Esto ocurre cuando el cerebro no envía señales a los músculos para que respiren correctamente.
Señales a las que hay que prestar atención
Los niños con apnea del sueño no siempre roncan tan fuerte como los adultos. Busque los siguientes síntomas:
- Ronquidos o jadeos durante el sueño
- Pausas prolongadas en la respiración durante el sueño
- Sueño inquieto o despertares frecuentes
- Cansancio diurno o quedarse dormido durante el día
- Dolores de cabeza matutinos
- Problemas de comportamiento o dificultades para concentrarse en la escuela.
- Enuresis nocturna (especialmente si reaparece después de haber dejado de mojar la cama)
- Problemas de crecimiento lento o aumento de peso
¿Cómo se diagnostica?
Si se sospecha que padece apnea del sueño, su médico puede recomendarle una estudio del sueño (denominado polisomnografía) que supervisa a su hijo durante la noche. Esta prueba comprueba los patrones respiratorios, los niveles de oxígeno, la frecuencia cardíaca y otros parámetros.
Opciones de tratamiento para niños
🩺 Intervenciones médicas
- Amigdalectomía y adenoidectomía: La cirugía para extirpar las amígdalas o las adenoides agrandadas suele ser el tratamiento de primera línea y puede ser muy eficaz.
- Terapia con CPAP: Si la cirugía no es una opción o no resuelve completamente la apnea, un Máquina de CPAP (Presión positiva continua en las vías respiratorias) puede recomendarse para mantener abiertas las vías respiratorias de su hijo durante el sueño.
- Aparatos bucales: En algunos casos, los dispositivos dentales pueden ayudar a reposicionar la mandíbula para mejorar el flujo de aire.
🏠 Consejos para el cuidado en el hogar y el estilo de vida
- Fomentar un peso saludable: Si su hijo tiene sobrepeso, una pérdida de peso gradual puede ayudar a reducir los síntomas.
- Establezca una rutina de sueño constante.: Acostarse y levantarse a la misma hora todos los días puede mejorar la calidad del sueño.
- Limita el tiempo frente a la pantalla antes de acostarte. y evite los alimentos o bebidas que contengan cafeína.
- Trate las alergias o la congestión: Los aerosoles salinos o los medicamentos para la alergia pueden reducir la congestión nasal nocturna.
Cuándo hablar con su médico
Llame a su pediatra si nota:
- Ronquidos fuertes o jadeos durante la noche.
- Trastornos frecuentes del sueño o cansancio durante el día.
- Cambios de humor o dificultades de aprendizaje
- Enuresis nocturna después de haber estado seco anteriormente
- Preocupaciones sobre el crecimiento, el comportamiento o la atención
El diagnóstico y el tratamiento tempranos pueden marcar una gran diferencia.
Reflexión final
La apnea del sueño puede afectar más que solo el sueño de su hijo: puede influir en su estado de ánimo y rendimiento diarioLa buena noticia es que se puede tratar. Con asistencia médica y hábitos de sueño saludables, su hijo podrá respirar mejor y despertarse listo para crecer y desarrollarse plenamente.